Otras especies marinas, como tortugas, contienen grandes cantidades de plásticos en su estómago. En estos casos el animal muere de inalición, ya que el plástico bloquea su aparato digestivo. Engullen bolsas, confundiéndolas con medusas, una de sus presas habituales. Esto les provoca ulceraciones, hemorragias, oclusiones intestinales, prolapso rectal, etc. y a menudo, una muerte agónica. Comen el plástico pensando que es alimento.
Algunos peces como las anchoas, ingieren plásticos porque les huelen a comida en cuanto se cubren de algas. Estudios realizados confirman que la cadena alimentaria marina, de la cual dependemos, está contaminada. Mejillones y varias clases de peces se están alimentando con fragmentos de plástico. Incluso los seres microscópicos que componen el plancton marino comen microplásticos.
Farah y Sanaa, CAL
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